¿Qué si es necesario un Coaching de Salud de las Mujeres? ¿Especializado en mujeres y sus dolencias? Por supuesto. Si, si y si. Absolutamente. Sin ninguna duda y rotundamente si. En esto, mi mentora, Jessica Drummond, fundadora y CEO del Integrative Women’s Health Institute (IWHI) en el que me formé, fue una visionaria y creó una formación única en el mundo, con la Salud de las Mujeres como eje central. Las mujeres tenemos dolencias específicas y necesitamos un enfoque diferenciado por sexo para hacerles frente y resolverlas.
Algunas de estas dolencias sólo las padecemos las mujeres como la endometriosis, la adenomiosis, el SOP, la amenorrea hipotalámica, la vaginosis y otras infecciones vaginales, el cáncer de cuello de útero, el cáncer de endometrio, etc. Muchas otras, como la tiroiditis de Hashimoto, el Síndrome de Intestino Irritable, la cistitis intersticial, el cáncer de mama, los trastornos de la conducta alimentaria, la depresión y los problemas derivados de la ansiedad y el estrés, nos afectan mucho más a las mujeres que a los hombres.
Al mismo tiempo, sufrimos un déficit importante de atención sanitaria específica, de una medicina diferenciada por sexos que se especialice en nuestros cuerpos y problemas específicos de salud. La medicina actual es androcéntrica y, hasta ahora, ha tomado al cuerpo masculino como único referente de la especie humana. Como si las mujeres fuéramos hombres en pequeña escala y bastara con ajustarlo todo a un cuerpo más pequeño. Pero no lo somos.
Las mujeres no somos hombres en pequeño
Como dice la Dra. Stacy Sims “las mujeres no somos hombres pequeños” (women are not small man). Tenemos una anatomía diferente, un sistema endocrino diferente, un sistema reproductor diferente y mucho más complejo. Resumiendo, tenemos necesidades de salud únicas y no equiparables a las masculinas. Este tema, así como el sesgo de género y de sexo que hay en la medicina, lo ha desarrollado en profundidad y tratado extensamente la maravillosa e incomparable Dra. Carme Valls-Llobet.
Además desgraciadamente aún vivimos en una sociedad patriarcal. Una sociedad en la que, en general, las mujeres tenemos que soportar dobles y triples jornadas laborales (y todo el estrés que esto conlleva): el trabajo remunerado fuera de casa; la mayor parte del trabajo doméstico (no remunerado); y el peso mayor en la crianza. Una sociedad aún muy machista que nos exige tanto que nos enferma. En la que no somos lo suficientemente buenas hagamos lo que hagamos. Soportamos discriminación laboral, estereotipos de belleza inalcanzables, juvenilitis, hipersexualización de nuestros cuerpos, violencia de todo tipo y un largo etcétera. Todos factores que tienen un gran impacto negativo en nuestra salud.
En conclusión…
Es muy necesario el Coaching de Salud de las Mujeres. Por todo esto y mucho más (da para varios posts). Necesitamos un enfoque de salud basado en nuestras necesidades como mujeres y en la problemática bio-psico-social que está, casi siempre, detrás y/o muy relacionada con nuestras enfermedades, dolencias y malestares varios.
Yo, como mujer con una enfermedad inflamatoria crónica (adenomiosis), he sufrido y sufro las presiones de esta sociedad y cómo estas han influido muy negativamente en mi salud. Digamos que soy mi “paciente cero” y, como tal, puedo afirmar que es muy importante tener en cuenta nuestro ambiente y socialización a la hora de tratar nuestras enfermedades. Una socialización que hay que recalibrar porque nos ha programado (entre otras muchas cosas) para cuidar de los demás pero no de nosotras mismas.
El Coaching de Salud de las Mujeres es una forma de acercarnos a nuestra salud de forma integrativa y respetuosa. Teniendo en cuenta todas nuestras necesidades y características como mujeres.