5 consejos para conocerte mejor y confiar en tu cuerpo

 ¿Confías en tu cuerpo?

Durante muchos años, demasiados, las mujeres que sufrían de alguna dolencia relacionada con su menstruación o su sistema reproductivo (incluyendo su sexualidad) eran diagnosticadas de «histéricas». Afortunadamente eso ya está superado, o casi superado (seamos realistas). El problema es que ha quedado un poso de duda sobre si las mujeres somos una fuente fiable de lo que nos pasa a nosotras mismas. De hecho, son muchas las mujeres que aún dudan de si mismas en la consulta del médico. ¿Conocemos nuestro cuerpo? ¿Confiamos en él? Espero que mis consejos te puedan ayudar a conseguirlo.

Mi experiencia

Yo sé lo que se siente cuando tienes unos cólicos tan fuertes con la regla que lo único que puedes hacer es quedarte en cama y tomar analgésicos con la esperanza de que en algún momento te deje de doler. Sé lo que es estar enfadada con todo el mundo sin motivo aparente. Llorar sin saber por qué. Estar deprimida, ansiosa y hundida sin razón.

Yo odiaba tener la regla. Estaba harta del dolor, de la montaña rusa emocional. Tenía miedo de mi siguiente regla, de cómo me afectaría. Estaba peleada con mi propio cuerpo, cansada de fingir que estaba bien. Cansada de aparentar normalidad cuando yo sentía que lo que me pasaba no era normal.

Y, desgraciadamente, sé muy bien lo que es ir a la ginecóloga o ginecólogo, explicarle mis síntomas y escuchar una y otra vez que lo que me pasaba era perfectamente normal. «Eso es tener la regla», me decían, «¿qué esperabas?» Y ya que eran las «personas que sabían de lo que hablaban» dejé de esperar nada.

Después de explicarles mis síntomas el siguiente paso era siempre, invariablemente, recetarme la «pastilla mágica». La píldora anticonceptiva. Con el tiempo empecé a darme cuenta de que me sentaba mal. Cuando yo insistía en dejar la píldora me miraban con claro disgusto y me recetaban analgésicos y antiespasmódicos que solo funcionaban a veces. «¿No hay nada que yo pueda hacer para mejorar?», preguntaba yo desesperada. «No, nada. Si no quieres tomar la píldora solo te podemos recetar algo para el dolor».

Así que con el tiempo dejé de preguntar y me resigné. Me resigné a pensar que efectivamente mi regla era «normal» y que era yo la que no lo era. No era suficientemente fuerte, había algo que no funcionaba bien, ya que tenía reglas normales y no era capaz de soportarlas. Y las demás mujeres si, aparentemente.

El problema y la solución

Cuando los médicos, personas en las que hemos aprendido a fiarnos con los ojos cerrados, porque nos han enseñado que su trabajo y vocación es cuidar de nuestra salud, te dicen que todo es normal, que no hay nada más o diferente que puedas hacer, te están robando. Te están robando la posibilidad de mejorar e incluso de recuperarte del todo. Cerrándote la puerta a que busques otros enfoques o tratamientos alternativos que no pasen por medicarte hasta las orejas. Quitándote, quitándonos, la capacidad de decidir por nosotras mismas qué queremos hacer con nuestra salud. Hay tratamientos alternativos, diferentes enfoques,  procedimientos y soluciones. Hay opciones.

La solución es pensar por ti misma. No rendirte y no dudar de tus síntomas. Llegó un momento en que estaba tan cansada y harta de sentirme mal que empecé a investigar por mi cuenta. A probar otras formas de tratar mi problema con mis periodos. Y pronto empecé a sentirme mejor y a mejorar, no solo físicamente, sino mentalmente. Conseguí recuperar no solo mi salud sino la confianza en mi misma.

Lo primero: conoce tu cuerpo, conócete a ti misma. Lo segundo y más importante: confía en tu cuerpo y en ti misma. Conviértete en una experta en tí misma. Si sientes que algo no va bien es que algo no va bien. Así de simple. Tu eres la persona que mejor te conoce en el mundo. No permitas que nadie te haga dudar de ello.

Tener dolor no es normal. Sentir molestias no es normal. Definitivamente, sufrir no es bueno ni normal. Todo eso son señales de tu cuerpo que te está diciendo que hay algo que no va bien. Así que lo más inteligente es estar atenta y escucharlo. Ser consciente de que hay un problema es la única forma de dar el primer paso y buscar una solución.

5 consejos que te ayudarán

Te ayudarán a conocerte mejor y estar más conectada con tu cuerpo y con tu periodo. Son fáciles de seguir y los puedes ir probando poco a poco (y todos son gratis!):

  1. Obsérvate, acostúmbrate a observarte cada día, cómo tienes el pelo ¿se te cae más? ¿está más seco y fino? ¿Y la piel? Te recomiendo también que aprendas a hacerte la exploración del pecho y la hagas una vez al mes mínimo. Observa cómo cambia tu cuerpo durante el periodo y después del mismo ¿retienes agua? ¿te duele la cabeza con frecuencia?
  2. Escribe un diario sobre tu cuerpo, no hace falta que escribas todos los días, pero si que apuntes los cambios que observes y con qué los asocias. Apunta todo lo que tenga que ver con tu menstruación: cada cuanto te viene, si tienes dolor y con qué intesidad, si tienes SPM (Sídrome PreMenstrual), si te notas hinchada, te duele el pecho, etc. Cualquier cosa que te llame la atención. Si llevas un diario de tu cuerpo te será más fácil acerte una idea de cómo es tu ciclo y de qué cosas te sientan mejor y cuales peor. Y detectarás más rápido cualquier cambio sospechoso.
  3. Empieza a medir tu Temperatura Basal (TB), de esta forma tendrás una información valiosísima sobre tu ciclo y sobre tu fertilidad, sabrás con seguridad si ovulas o no y cúando lo haces. Y tendrás un registro de los cambios que se puedan producir si pruebas a hacer cambios en tu alimentación o en tus hábitos de vida.
  4. Usa una app para controlar tu ciclo, hay muchas aplicaciones por ahí que te ayudarán a llevar un seguimiento de tu regla. Si no te importa que esté en inglés te recomiendo Kindara, porque puedes apuntar su TB, altura del cérvix y fluido cervical (indicador de fertilidad) y te hace unos gráficos muy chulos y útiles. En español hay algunas muy interesantes como Clue.
  5. Habla de tu regla con tus amigas, hermanas, madre, tías, abuelas. Saca a tu regla del armario. Comenta si te preocupa algo, de esta forma obtendrás apoyo, diferentes opiniones y experiencias, tendrás información y consejos de primera mano y te darás cuenta de que no estás sola y de que no te pasa solo a ti.

Resumiendo

Si conoces bien tu cuerpo y eres consciente de sus cambios y reacciones, tendrás un montón de información sobre ti y te sentirás mucho más segura a la hora de identificar lo que es y lo que no es normal. Esto te dará confianza en ti misma, poder sobre tu cuerpo y te ayudará a la hora de tomar las decisiones sobre tu salud.

Según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, «se estima que un 75% de las mujeres sufren algún dolor durante sus periodos: 15% de ellas sufre cólicos severos y otros síntomas». La misma fuente dice que hasta el 85% de las mujeres sufren SPM. Creo que son razones más que de sobra para mejorar los tratamientos de estas dolencias y dedicar más recursos a la investigación sobre las mismas. Por supuesto, son razones suficientes para prestar más atención a lo que las mujeres sufrimos y a lo que tenemos que decir sobre nuestros cuerpos, nuestros ciclos y sus síntomas.

*Este artículo fue publicado primero en la web de mi mentora Nicole Jardim en el mes de noviembre. Aquí tienes la versión original en inglés.

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